Estudio asegura que el autismo puede predecirse

El Autismo se considera un desorden en el desarrollo habitual de una persona que aparece normalmente en el niño antes de los tres años. Se caracteriza por la afectación del niño en la comunicación, tanto verbal como no verbal, pérdida del habla parcial, falta de contacto visual y resistencia a cualquier tipo de cambio en la rutina, así como la realización de movimientos repetitivos y obsesivos. Un grupo de científicos norteamericanos han comprobado que el autismo y ciertos tipos de retraso mental pueden predecirse a partir de un análisis de los niveles de ciertas proteínas en la sangre en recién nacidos. Las proteínas en cuestión son el péptido intestinal vasoactivo (VIP), el péptido del gen relacionado con la calcitonina (CGRP), el factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF) y la neutrotrofina 4 (NT4), todas ellas esenciales para la construcción de la arquitectura básica del cerebro. Si se presentan niveles anormalmente altos en la sangre del recién nacido puede implicar que éste padezca autismo, según los investigadores del National Institute of Neurological Disorders and Strokes (Instituto Nacional de Problemas y Desordenes Neurológicos), en Maryland (Estados Unidos). Una de estas proteínas, la VIP, está íntimamente relacionada con la molécula madre en la construcción del cerebro humano. Tras el nacimiento, el niño fabrica VIP en parte del cerebro implicada en el conocimiento, el aprendizaje y la memoria. Si ésta presenta niveles más altos, es normal que afecte al desarrollo usual de estas capacidades, lo que supone la aparición del autismo o de retrasos mentales, según afirma el estudio. El descubrimiento fue presentado en el congreso anual de la Academia Americana de Neurología, que se celebra en San Diego (California), en donde también se señaló la posibilidad futura de que los bebés a los que se les detecten estas anormalidades bioquímicas puedan recibir, después de su nacimiento, fármacos o suplementos que puedan contrarrestar los efectos del exceso de estas proteínas con tal de mejorar el desarrollo del cerebro. Hasta ahora, las causas del autismo no estaban claras. Algunos científicos sostenían que la enfermedad del autismo podía deberse a factores totalmente externos como la vacuna contra el sarampión, pero este estudio revela que las causas "están presentes mucho antes del nacimiento y estimulan nuevas teorías sobre las causas del autismo y otras deficiencias mentales"- afirmó Eric Courchesne, especialista en autismo de la Universidad de California en San Diego. Gran parte de los expertos ha especulado desde hace tiempo sobre la posibilidad de que el autismo y el retraso mental se deban a defectos innatos en los circuitos neuronales o en la bioquímica del cerebro. Pero esta idea no se había podido experimentar hasta ahora, ya que estas enfermedades no suelen diagnosticarse hasta que los niños cumplen tres años. El debate respecto a si el autismo es adquirido o innato ha sido uno de los temas principales tratados por médicos, científicos y asociaciones de afectados. Los datos presentados en San Diego inclinan la balanza hacia la teoría de que el autismo es innato, datos que se corresponden con resultados anteriores que ya apuntaban la gran importancia que los factores genéticos tenían en la aparición de este retraso. La incidencia del autismo es de un caso entre 1.000 niños, aunque hay científicos que apuntan a que en muchas ocasiones esta enfermedad pasa inadvertida por ser muy leve, y que, por lo tanto, las cifras pueden ser más elevadas. Fuente: "El nuevo día" - 21 de enero de 2008

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