Por: Frances Vega Costas
El autismo es un trastorno del desarrollo que se define desde un punto de vista conductual. Las manifestaciones conductuales que caracterizan al autismo incluyen deficiencias en la comunicación, en la interacción social, y también la aparición de intereses restringidos, repetitivos y estereotipados. Estos tres características mencionadas anteriormente son comúnmente llamadas la triada de alteraciones y están presentes en todo el espectro autista.
Hoy vamos a hablar sobre la cognición que básicamente es la capacidad de pensar y razonar. Muchos de los niños en el espectro autista tienen problemas de atención, concentración y de procesamiento de información. Estas deficiencias pueden causar dificultad para seguir instrucciones, problemas evaluando opciones para resolver una situación, un pobre control de impulsos y un pensamiento rígido que no tolera cambios. Para poder comprender un poco más sobre estas deficiencias, vamos a hablar sobre varias teorías cognitivas y emocionales sobre el autismo que han surgido desde los 1980 en adelante.
1.
Teoría de la mente: La teoría de la mente o meta cognición es un término usado en la
psicología y las
ciencias cognitivas para designar la capacidad -al parecer congénita- de los seres humanos de atribuir pensamientos e intenciones a otras personas
Baron-Cohen, Leslie y Frith (entre los años 1985 a 1999) han postulado una "teoría de mente" como factor central de la alteración de personas con autismo. Esta "teoría" se relaciona con la capacidad que tenemos los seres humanos de atribuir estados mentales en otras personas a la vez que en nosotros mismos. Estos estados implicarían además, los aspectos emocionales e intencionales que son los aspectos básicos que se dan en toda interacción social y cuyo desconocimiento o mal manejo dificulta de modo extremo la comunicación y el desarrollo social. La explicación que la teoría de la mente le da al autismo, plantea que las persona autistas carecen de esta capacidad para pensar sobre los pensamientos y por eso tienen tantos problemas en ciertas habilidades sociales, comunicativas e imaginativas.
2.
Teoría de la “ceguera mental”. Consiste en que las personas “neurotípicas” (no autistas) presentan un proceso de mentalización, la habilidad automática para atribuir deseos, intenciones, emociones, estados de conocimiento o pensamientos a otras personas y darse cuenta que son distintas a las propias. La persona con autismo tiene una “ceguera mental” para darse cuenta de lo que piensa o cree otra persona.
Para Frith (1989), los niños con espectro autista “no distinguen entre lo que hay en el interior de su mente y lo que hay en el interior de la mente de los demás”. Esta noción de ceguera mental, explica el distanciamiento emocional de las personas que padecen autismo, ya que estas son incapaces de entender las emociones de los demás o de expresar sus propios sentimientos. Esta hipótesis explica la ingenuidad social de las personas en el espectro autista (no pueden mentir, aparentar ni tratar de impresionar) al igual que sus problemas para la interacción reciproca.
3.
La hipótesis cognitiva propuesta por Leslie y Frith (1989), postula que los problemas sociales y de comunicación de los niños autistas se deben a un déficit cognitivo específico, en concreto a una alteración en lo que estos autores denominan capacidad meta representacional, con la que intentan dar explicación a los procesos subyacentes al desarrollo normal que están alterados en la comunicación y en las relaciones sociales de los niños autistas. La capacidad meta representacional es la responsable de que los niños puedan desarrollar el juego simulado y de que puedan atribuir estados mentales con contenido a otros.
Sin embargo, la evidencia experimental ha demostrado que también existen otras habilidades que no implican meta representaciones, y se encuentran alteradas en los niños autistas, como en las habilidades comunicativas pre lingüísticas o en las habilidades de apreciar significado de las expresiones afectivas. Por ello, deben existir otros mecanismos distintos del meta representacional que se alteren previamente.
La
hipótesis cognitivo-afectiva critica esta cuestión de forma implícita al postular que las dificultades comunicativas y sociales de los niños autistas tienen su origen en un déficit afectivo primario, que se halla estrechamente relacionado a un déficit cognitivo, también primario. Estos dos déficits son los que causan las dificultades en la apreciación de los estados mentales (Teoría de la mente) y emocionales de otras personas, dificultades que están en la base de la alteración del proceso de interacción, lo que explica los fallos que muestran los niños autistas en la comunicación, la conducta social y el juego simbólico.
Las críticas que ha recibido la hipótesis cognitivo-afectiva, sobre todo por parte de los defensores de la hipótesis cognitiva, se centran tanto en el déficit afectivo como en el déficit en percibir contingencias, ya que una dificultad en procesar expectativas de contingencia implicaría que los autistas fuesen difíciles de condicionar, algo que la evidencia empírica ha rebatido en sucesivos estudios.
4.
Teoría de la función ejecutiva: La función ejecutiva es la capacidad del cerebro relacionado a la resolución de problemas y con la emisión de respuestas adoptadas que se consideran mediadas por el funcionamiento de lóbulos moderados del cerebro. Esta capacidad se pone en marcha cuando es necesario crear una estrategia se solución de problemas para alcanzar determinada meta u objetivo. Las personas en el espectro autista tienen deficiencias en la función ejecutiva lo que trae conductas estereotipadas, inflexibilidad y rigidez de acción y pensamiento e impulsividad.
5.
Teoría de la Hiperselectividad: Las personas en el espectro autista muestran un problema de hiperselectividad de la atención, en el cual les cuesta mucho mantener la atención en una determinada tarea. Su concentración se centra en un aspecto poco significativo y su discriminación se hace mucho menor, presentando incapacidad para discriminar categorías. Por ejemplo si les enseñas una foto de un bosque, se fijan en los detalles de cada árbol pero no realizan que es un bosque.
6.
Teoría de la Coherencia Central: propuesta por Frith (1989) y Happe (1994). Esta teoría predice que los autistas deberían presentar un déficit en algunas, pero no en todas las funciones ejecutivas, puesto que solo algunas de esas funciones ejecutivas requieren la integración de estímulos en un contexto. Las personas con autismo usualmente presentan problemas en generalización de los aprendizajes que realizan y en entender claves sociales.
7. También se habla sobre la falta de
Neuronas Espejo. Se piensa que estas neuronas son las responsables de que las emociones no se activan adecuadamente en el caso de los autistas.
8. Teoría de los
problemas de conectividad en el cerebro autista: Se piensa que las conexiones neurológicas en el cerebro no están completamente desarrolladas lo que conlleva a una pobre comunicación en diferentes áreas del cerebro. Esto puede ser la causa de que el cerebro tenga dificultad en procesar varias fuentes de información de forma simultánea. Lo que entonces sucede es que el procesamiento de información s e hace de forma secuencial a un nivel consciente, lo que atrasa el procesamiento y gasta mas energía.
9. Las regiones
encefálicas del cerebro que afectan las funciones sociales, el lenguaje y las funciones motoras se encuentran extensamente distribuidas y podrían afectarse en grados diferentes en los individuos en el espectro del autismo lo que explicaría porque el trastorno se manifiesta de forma diferente en cada individuo.
En los últimos estudios hechos sobre este tema, se ha encontrado que las personas con autismo tienen anomalías en las funciones de procesamiento en algunas áreas del cerebro. Las deficiencias cognoscitivas en el autismo se caracterizan por una alteración en el procesamiento de la información y su transformación en representaciones simbólicas. Otros datos sugieren que este déficit cognoscitivo afecta su percepción del mundo. Además, el nivel de inteligencia no es un rasgo definitorio del autismo o de los trastornos de comunicación.
Continuara.........